miércoles, 4 de diciembre de 2013

Negras alubias

Conocí una vez a una abuelete en La Rioja que nos hizo para comer las alubias de Tolosa más ricas del mundo. Y súper sencillicas (y baratas!)
Vamos al lío con los recuerdos de pueblo.


Protagonistas de la historia:

- 250 gramos de alubias negras de León. (1)
- 1 puerro.
- 1 cebolla.
- 1 cebolleta (cebolla tierna).
- laurel.
- sal, pimienta....
- Y para los sacramentos (léase "algo contundente para que mastiquen los carnívoros"): un trozo de panceta por persona.

Planteamiento:
Ponemos las alubias a remojo la noche anterior.
Rehogamos la cebolla y el puerro y añadimos agua a la cazuela. Incorporamos las alubias escurridas y las cocemos hasta que estén tiernas (acordaos de asustarlas, es decir echarles un vaso de agua fría tres veces para romper el hervor). (2)

Desenlace:
Hay varios caminos, es un final abierto. En este caso yo me he decantado por acompañar las alubias con cebolla tierna bien picada y panceta pasada por la sartén. Junto con la consabida guindilla, que no me falla para los platos de legumbres.

Secretos:
1. Las alubias son de León porque soy de Astorga y una tira pa la tierra (y me las habían regalado mis padres. Coste 0, vaya)
2. Para los neófitos en el arte de cocer legumbres, aquí tenéis cómo cocer alubias pintas.
2.

De garbanzos y espinacas

Mira que de pequeña no me hacían demasiada gracia las legumbres. Bueno, lo cierto es que soñaba con alimentarme de gusanitos y croquetas. Pero ahora, con la edad suficiente para pagar hipoteca (dejémoslo ahí, jejeje) soy fan total! Por ricas, baratas, llenapanzas sanotas y por esa sensación agradable de lo casero.
Vamos al lío sin más demora!

Protagonistas de la historia para dos tragones:

- 350 g de garbanzos (o un bote si hay que improvisar el guisao)
- 1 puerro.
- 1 cebolla.
- 1 zanahoria.
- 1 patata.
- 100 g de espinacas.
- 3 huevos.
- 1/2 litro de caldo de verduras.
- guindillas en vinagre (opcional)

Planteamiento:

Cocemos los garbanzos, puestos en remojo la noche anterior, con una hoja de laurel y un puñado de sal. (1)
Rehogamos el puerro, la cebolla y la zanahoria. Añadimos la patata y el caldo y dejamos hervir a fuego medio hasta que la patata esté tierna. Trituramos.
Los garbanzos aparecen de nuevo en escena, ésta vez escurrridos, y los añadimos al puré/cremita que hemos hecho al triturar las verduras. Ponemos a fuego bajo y dejamos que haga chupchup unos 15 minutos, para que los sabores se asienten. Añadimos las espinacas y dejamos cocer cinco minutos más.
Mientras tanto, hemos cocidos tres huevos.

Desenlace:
Servimos los garbanzos, con la cremita y las espinacas, junto con huevo cocido cortado a trocitos por encima. Cada uno puede servirse una guindilla en vinagre, si así lo desea usted.

Secretos:
1. Aquí podéis ver cómo  cocer garbanzos

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Trinxat reinventao

Tenía media col entristeciéndose en la nevera, ¿qué hacer? Una bombilla se iluminó en alguna parte de mi mollera y pensé: Oh! Trinxat!


Protagonistas para dos o tres seres:
1/2 col entristecida
3 patatas
1 cebolla llorona
3 filetitos de lomo rescataos del congelador.
curry, jengibre y cayena en polvo, sal y una cucharada de especias asiáticas del Lidl
aceite y vinagre
huevo (opcional)

Argumento:
Cueces las patatas cortadas en gajos. Mientras, cortas la cebolla y la col en juliana y reservas.
Una vez cocidas las patatas, las sacas y en esa misma cazuela (no hay que manchar mucho), sofríes la cebolla hasta que esté transparente. Añadimos los filetitos rescataos cortados en trozos pequeños y tatatachán...las patatas reservadas y
la col! (es la prota). Removemos todo bien y cuando se reduzca un poco el volumen de la col, echamos todas las especias...Removemos un rato más,  hasta que la col casi está al punto que cada uno guste y cuando falten cinco minutos para acabar, unas tres cucharadas de vinagre.

Sugerencia de montaje:
Podemos hacer un huevo a la plancha poco hecho y ponerlo encima del trinxat, así, cuando pinchemos la yema, ésta impregnará el conjunto como si fuese una salsica..... dios, qué rico! Y de paso, nos llenamos la panza con un solo plato.

viernes, 19 de abril de 2013

Bizcocho de zanahoria

Bizcocho de zanahoria


Ay! Esos momenticos de ganas de dulce recién levantaos de la siesta! Es necesario solucionar este agujero en el estómago para varios días y de un modo baratico. Y sano!! Porque, fíjense ustedes, me he dado cuenta de que esto de ponerse a cocinar tiene múltiples ventajas: es más barato, relajante y sano que comprar el bollo hecho. Y encima, nos proporciona una función ambientador con aroma a hogar que no tiene comparación con lo que nos venden en el súper. 
Pero vamos al lío.. 
  Protagonistas para un molde redondo de 20 cm:
- 3 tazas medianas (ni las minúsculas de café, ni las del Colacao)de harina, de la especial para repostería.
- 2 tazas medianas de azúcar.
- 1 taza mediana de aceite de girasol o algún otro de saborcillo suave.
- 4 zanahorias medianas ralladas.
- 3 huevos.
- Algo para la cobertura y que nos quede chulo (azúcar glas, virutas de chocolate....)
- 1 sobre de levadura (tipo Royal, pero valen las de marca blanca)

Desarrollo de la trama:
1) Batimos los huevos con el azúcar hasta que queden bastante espumosos. Usad las barillas de la batidora, pichoncitos!
2) Incorporamos el aceite y batimos a velocidad baja (1 ó 2)
3) Añadimos la harina tamizada y volvemos a batir sin aumentar la velocidad (a no ser que queráis redecorar la cocina)
4) Ahora es el momento de poner las zanahorias ralladas. Se pueden poner crudas ralladas (se verán los trocitos) o cocidas hechas puré. Ambas formas os proporcionarán un extra de jugosidad al bizcocho.
5) Y al horno a 180º unos 60´. (Yo pincho el bizcocho con un palillo largo de brocheta hasta que sale limpio). Come veis, no precaliento el horno. Antes lo hacía, pero me salía un cráter en el medio del bizcocho, porque la temperatura demasiado alta hace que el bizcocho crezca demasiado rápido y se cae.

Montaje y final: 
Sacamos del horno y desmoldamos. Esperamos antes de hincarle el diente.

Consejillos y secretos:
En los "chinos" hay moldes desmontables muy baratos . Embadurnándolo con mantequilla (o una grasa) y harina antes de verter la masa, nos aseguramos un desmoldado y un acabado chachi piruli.